miércoles, 13 de junio de 2012

VIDEO ROTOSCOPIA

------------------------------------------------------------------------------------------

http://www.youtube.com/watch?v=LmuxSsdKHLc&feature=plcp&noredirect=1



"este es el link que nos va a dejar ver los adelantos en la Rotoscopia del proyecto  WE CAN`T BE TRUSTED "



 ------------------------------------------------------------------------------------------------------

JUSTIFICACIÓN

Kidcaos y Drum magic productores de venezuela y argentina parte del sello argentino South Bass Recs. Fieles Interpretes Del Genero Musical Drumstep , Han Decidido Poner En Nuestras Manos La Creación Del Video Oficial, De Su Más Reciente éxito , We Can’t Be Trusted. Después De Meditar Sobre Los Conocimientos Previos Adquiridos, La Optima Calidad Del Video Y El Tiempo Necesario Para La Realización Del Proyecto , Decidimos Que El Método Visual Más Eficaz Sería La Rotoscopia.
La Rotoscopia Es Un Proceso Ligero, Seguro E Impecable. Este Consiste En Dibujar Cada Cuadro De Una Animación Sobre Un Fílmico Original ; Así Se Permite Transmitir La Naturalidad Del Dibujo Y La Secuencialidad De Movimientos , Expresiones , Luces Y Proporciones Propias De Una Filmación Específica.
Hemos Desarrollado Con Anterioridad, Los Factores Necesario Para El Resultado De Un Producto Atractivo. Factores Indispensables En Preproducción, Producción Y Postproducción.
El Recurso Humano, Sujeto De Manera Esencial A La Creación Digital De La Animación, Proporciono Avances Gratos Y Convenientes En Nuestra Producción : Les Traceurs, Prodigiosos Practicantes De La Disciplina Parkour , El Gremio Académico De Aprendices Y La Constante Supervisión De Nuestro Docente. Este Proyecto No Solo Expondrá, Nuestro Trabajo Como Pre-Animadores , Sino También Esta Interesante Disciplina Propia De Francia.
El Proyecto Es Realizado Netamente Por Los Aprendices Del Curso Animación Digital 2D , En Las Localidades Del Sena Cide De Cundinamarca. Ejecutado En Jornadas Nocturnas , Bajo La Supervisión , Dirección, Planeación Y Control De Nuestro Activo Docente , Herbert Diaz .A Su Cargo , Residimos 17 Estudiantes ; Cada Uno De Nosotros Realizando Una Labor Determinada Afín A Nuestras Habilidades Y Destrezas.
A Seis ( 6 ) Días Del Mes Cinco ( 5) Del Año Dos mil doce (2012) Se Inicio El Proceso De Confección Del Video Musical , Y Se Espera Que A Sus 48 Días De Ejecución Sea Terminado Y Entregado Al Cliente.

GUION


We Can’t Be Trusted (No Podemos Ser Confiados)
Mis parpados están pesados, es casi imposible levantarles. Me siento agotado, no debería ser así, he estado inmóvil por mucho tiempo, días, tal vez meses, la verdad no lo sé, mi noción del tiempo es casi nula, a veces desearía saber qué hora es, pero otras veces me pregunto por qué. El tiempo nunca hará cambiar mi actual estado.
Reparo en mis brazos, que, con fuerza estrechan mi torso, la sensación es tediosa, pero ciertas veces me hace sentir seguro, es como estar con alguien más. Mis extremidades están casi entumecidas, el más mínimo movimiento me concibe dolor, un dolor que me atrae, que por unos segundos desnuda mi sensatez.
Levanto con desdén mi cabeza, también esta pesada, pero eso es normal. Giro mis ojos y encuentro las sucias y deterioradas paredes. Son tan altas, e incluso estrechas, a veces pienso que en cualquier momento cobraran vida y trataran de engullirme. Denoto un par de grietas en los muros y las sigo vacilante. Mi vista continúa girando y explorando la locación en la que me encuentro aprisionado.
Es gracioso, que encuentre un poco de felicidad en lo que ahora veo, he intentado suprimir mis emociones por mucho tiempo, pues mi estabilidad depende de ello. A veces temo despertarlo, despertar su maligna furia, su incesante odio hacia sí mismo, su desdichado rencor. Trato de mantenerlo detrás de la barrera psicológica, que mi frágil cerebro impuso.
 Aquella plancha de madera estropeada, ha hecho que las comisuras de mis labios se giren sin darme cuenta. Una puerta divina, pienso. Se siente bien, por lo menor verla, por lo menos fantasear sobre mi deseo recurrente.
Oigo un sonido perturbador, giro mi cabeza en busca del autor del aterrador crujido. El pánico recorre mi cuerpo, empiezo a estremecerme, mis ojos se mueven con celeridad y desesperación. Lo desperté.
Le temo al suplicio que este ente me pueda generar, mis probabilidades de escape son vagas y escasas, pero que otra alternativa tengo, debo intentar huir. Mi cuerpo aun rígido se sacude para liberarme de la camisa de fuerza, me duelen los brazos, y mi espalda esta gravemente lacerada. Aun así el miedo hace que mis fuerzas diezmen su poder.
Que le sucede a mi contextura, por que diablos se ha detenido, mi asustado cerebro les ordena a mis extremidades que se muevan, pero no responden. Ante mis ojos lo veo surgir, veo su intimidante y a la vez familiar silueta. Advierto el rencor que emana.
Mi organismo aun no reacciona, sigue fijo al suelo. La sombra en tanto empieza a deformarse, y a moverse rápida e inusualmente. El pavor ha recorrido mis venas, la sangre se turbia, deseo correr, gritar pero mi cuerpo me reprime. Me siento impotente.
La sombra emprende marcha hacia mí, ha desarrollado unos cuantiosos y desproporcionados brazos, que arremeten contra mi cuerpo. El terror es tan  extremo que  desequilibra mis sentidos. Mi visión se nubla, pero conserva en mira a mi adversario, ahora no puedo siquiera escuchar mi agitada respiración, el silencio parcial es macabro. 
Me hallo alejándome de la tenebrosa criatura, ni siquiera he notado cuando finalmente mis extremidades obedecieron a mi razón. La sombra incrementa su tamaño paulatinamente hasta estallar. Salto inconsciente lejos del espectro, siento alivio  y algo se libera dentro de mí.
Ahora el miedo se ha mezclado con convicción, y por primera vez en mucho tiempo, creo que puedo ser libre.
Sin detenerme muevo velozmente mis piernas, intentando obviar la silueta que me asecha. Un fuerte dolor recorre mi hombro derecho, yazco sobre el suelo, pequeñas astillas de madera se han enterrado en mi rostro.  He atravesado la puerta haciéndola pedazos.
Me incorporo de ipso facto y me lanzo a la fuga. El torso ha dejado de sentirse apresado   por sus ataduras. Corro más allá de lo que nunca creí poder, mis ojos solo buscan una salida que me aleje de aquel siniestro ente. Los corredores parecen no tener fin, pero aún así, el correr fortalece mi convicción y alimenta mi esperanza de libertad. No sé por donde transito, los eternos pasillos, se distorsionan, y parecen llevarme siempre al mismo lugar. Las paredes se hacen angostan, intentando tragarme. La desesperación aminora mis esperanzas, sin embargo avanzo sin descanso.
Parece que mi enemigo me ha alcanzado, entre cada zancada atisbo una enorme y maquiavélica figura, afilados y amorfos miembros surgen de todo su organismo,  intentando aplastarme. Cambian constantemente, es una macabra transformación entre monumentales fauces, garfios agudos e intensas pupilas.
Los corredores se han convertido en una especie de laberinto orgánico aliado de mi posible verdugo. Sigo avanzando por los cambiantes suelos, evitando morir por el cataclismo estructural. El movimiento de los muros interrumpe mi trayectoria, se dilatan y se contraen asiduamente en un parpadeo; el colapso de las columnas análogas a mí, buscan detener mi marcha.
Poco a poco la noción del espacio se escapa de mis sentidos. Mi razón no está segura de la  posición en este cruel laberinto, ¿acaso estaré corriendo verticalmente? ¿La física finalmente ha cedido a esta inverosímil realidad? , tal vez sea lo más probable; pero ¿si todo es una percepción mía, y no es más que una mala jugada de la mezcla de pavor  y euforia que siento?
La verdad las preguntas son irrelevantes en este punto, mi principal objetivo es eludir la maldita bestia que me persigue incesante. El camino me lleva a una abismal y gigantesca  grieta.  Mi convicción ha tocado su cúspide, haciéndome saltar instintivamente sin reparar en mis temores.
Ahora mi linfa color granate, hierve y me da fuerzas sobre humanas, asgo mi libertad.
Al contacto de mi ante pié con el gélido y rudo terreno, siento nuevamente la intensa presencia del maligno ser. Sus tentáculos alcanzan mis hombros, debo aventajar con mayor velocidad a esta desproporcionada  cosa. Ahora la veo presente en todos lados,  en cada esquina, siempre intentando capturarme, afortunadamente logro rehuirla.
¿Tendré esperanzas de salir de este claustrofóbico y apocalíptico escenario?
Con cada paso pienso que es así, que encontraré mi quimera. Solo debo persistir.
Una ráfaga de luz intensa, momentánea y oscilante me siega por unos segundos. Se que en aquella luz encontraré mi ensueño, repentinamente un rascacielos emerge frente a mis incrédulos ojos.
Mi mano izquierda se aferra a una pequeña saliente de la edificación, empiezo a escalar raudo, constante y decididamente. Mis dedos se resbalan de un borde, mi cuerpo se inclina, caeré. Aprieto con fuerza mis parpados, y me preparo para el golpe.  Mis pies aun tocan algún tipo de superficie, sin más remedio, abro mis ojos, estoy sujeto verticalmente por la planta de mis pies.  Hallé la respuesta a mi previa inquisición.
 Empiezo a avanzar rápidamente y con tanto impulso, que, entre un paso y el siguiente, quedan por un momentos ambos pies en el aire. Corpóreas figuras empiezan a descender de la torre que transcurro. Son probablemente productos del individuo que me ha acosado durante toda la travesía. Ahora los obstáculos han triplicadlo su número, y debo enfrentarme a todos ellos: la sombra, las asquerosas mendas y el inestable y cambiante terreno. Mi única ventaja es probablemente el desarrollo fisiológico que mi fuero interno ha desarrollado. Ahora poseo las habilidades de un prodigioso gimnasta, un inalcanzable corredor y un indomable sansón.
El suplicio crece a medida que subo la aparentemente infinita construcción. Los aborrecibles entes laceran mi cuerpo, unos me empujan, otros me golpean, a veces soy sometido por ellos, pero siempre le agradezco a la fuerza que ahora poseo por ser mi fiel aliada a la hora de combatirlos.
Golpeo a algunos de estos bichos raros, se desvanecen en el aire. Cada vez hay más y más de estas cosas, parece una lucha perdida, pero, la esperanza domina mi adrenalina y se niega a rendirse. Poseo heridas, mucha de ellas mortales, usan armas que ni mis peores pesadillas pudieran haber imaginado jamás, me cortan y seccionan. 
La sangre se coagula al salir de su opresor, mi piel. La sangre es expulsada violentamente de mis heridas, hasta combinarse con la temible silueta. Es una cascada interminable de fluido rojo, que poco a poco, inunda el laberinto.
Llego al final de la torre, una punta similar al final de un alto risco: duro y filudo. De nuevo, esbozo una pequeña sonrisa. Ahora veo la luz. Tengo que saltar, sé que encontrare el infinito y ya nada podrá detenerme.
Mi organismo llegó a su extremo. No puedo mantener mis ojos abiertos, todo se nubla,  las fuerzas que tuve, han aminorado hasta casi desaparecer. Estoy perdiendo el equilibrio. Un sordo crujido precedido de un punzante dolor avisa mi final. La sombra aprovechó mi agotamiento y quebró mis tobillos.
Mi consciente quiso persuadir lo que debí desde un principio enfrentar. Gire sobre mi mismo para confrontar mi sádico y persistente enemigo.
Reprimir, es una palabra paradójica. No se puede engañar, ni correr, y mucho menos esconderte de ti mismo.  Me he inventado falsas fantasías para ocultar mi patente realidad.
Alguna vez escuche, que la batalla entre  la oscuridad parcial y la luz total siempre  llevará a una revolución interior, mística y fundamental. Algún tipo de dualismo insensato, pensé. Nunca reparé en el verdadero significado de este aforismo. Siempre tuve la respuesta en mi interior, pero fui tan ciego que la ignore.
He luchado conmigo mismo en busca de vencer mi nociva mitad.
La persona que abrazo y con la que caigo, es un retrato perfecto de quien soy. Las lagrimas se escapan de mis ojos, es inevitable. Observo dentro de los vacios ojos de mi malvado espejo, hallando mi oscura mitad, la mitad que me ha perseguido todo este tiempo, mi único temor.
Continuo cayendo a una infinita nada, a un interminable blanco del que surgen siluetas amorfas negras. Estoy dentro de los ojos de mi siniestra fotografía.
Abro mis ojos, me encuentro en el mismo opaco y frío lugar en el que todo empezó. Los músculos de mi tez se relajan, una pequeña lágrima se desliza por mi mejilla hasta llegar al mentón. Cae al suelo, sobre la sombra paralela que mi cuerpo ha generado. 

Diseño De Fondos 3D




Cuadros De Expresion Personaje


Diseño De Story












Diseño De Escenarios




Diseño De Personaje Principal



Diseño De Personajes Sombras